La lluvia obligó al gobierno porteño a posponer su reapertura para este sábado 27 de mayo. “Luego de más de 3 años de obras edilicias y millones de inversión pública malgastados, la reapertura será en la calle porque el teatro no está en condiciones de abrirse”, criticaron distintas agrupaciones culturales.
«ACTIVIDAD REPROGRAMADA
Por razones meteorológicas, se reprograma la fiesta popular por la reinauguración del Teatro San Martín para el día sábado 27 de mayo a las 18hs».
Con este escueto comunicado, el gobierno porteño informó sobre la nueva fecha de reapertura del principal teatro de la Ciudad de Buenos Aires.
El espectáculo de reinauguracion, luego de estar cerrado el teatro durante un año y medio, contará con la presencia del Ballet Contemporáneo, el Grupo de Titiriteros y el Taller de Danza, con 300 artistas en escena, y se realizará en la puerta del teatro, sobre la calle Corrientes.
Pese a que ya están anunciadas obras en las salas del Teatro, como por ejemplo La farsa de los ausentes, versión de Pompeyo Audivert de la obra El desierto entra en la ciudad, de Roberto Arlt, esta reapertura en la calle generó criticas y suspicacias por parte de un conglomerado importante de artistas.
“Luego de más de 3 años de obras edilicias y millones de inversión pública malgastados, la reapertura será en la calle porque el teatro no está en condiciones de abrirse. Festejan con elencos monotributistas contratados y un sinfín de alquileres que refrendan la terciarización sin límite. Sin que aún sepamos cómo y cuánto se gastó en las sucesivas licitaciones de la obra de refacción, se suma el derroche en esta fiesta cínica. La gestión cultural del gobierno porteño ha dejado a miles de trabajadores de la cultura sin espacios de producción y a millones de espectadores sin acceso a la cultura”, advierte el comunicado firmado por la agrupación Escena Política.
Allí aseguran que la obra que lleva adelante el gobierno hace más de 5 años es engañosa. “Nosotras, personas que somos público y que defendemos lo público; nosotras, personas que producimos y disfrutamos la creación cultural social, advertimos en este festejo del Gobierno porteño la complicidad de una obra trucha. El cierre de teatros públicos como el Alvear, el desmantelamiento del Polo Circo y la inhabilitación de la Sala Lugones, además de generar una neutralización política del conflicto, restringe el espacio público y conduce, a la larga, a la normativización de las posibilidades de la producción cultural”.
Preocupación por el Taller de Danza
El 9 de mayo los alumnos del Taller de Danza Contemporánea del Teatro General San Martin emitieron un comunicado donde aseguran que el lunes 8 de mayo, al querer ingresar al subsuelo del edificio donde está ubicado el salón del Taller, descubrieron que estaba inundado por la lluvia del domingo. Encontraron el tapete enmohecido y las maderas del piso hinchadas, levantadas y astilladas, imposibilitándoles el uso del espacio.
Debido al temporal, el agua había entrado por el ventanal en el que no se han repuesto los vidrios faltantes desde el año pasado, además de las goteras del techo y las filtraciones de humedad de las napas de agua y reductos cloacales situados bajo el suelo que venían deteriorando con anterioridad dicho salón.
Las clases tuvieron que ser suspendidas debido a la falta de lugar para ensayar y, por lo tanto, también la función prevista para el día 11 de mayo.
«Mientras se está a pocos días de la reapertura del Teatro San Martin, el salón donde se dictan las clases de danza se ve afectado por desmejoras edilicias que datan de un tiempo a esta parte, y tienen como desenlace las suspensión de las actividades por la impericia demostrada ante la evidencia que anticipaba el final que termino de suscitarse» asegura el legislador Gabriel Fuks, quien presentó un pedido de informes al ejecutivo para que informe cuando se normalizará esta situación e indique si el salón donde funciona el Taller de Danza se encuentra dentro del plan de obras de infraestructura y recuperación del Teatro General San Martin.
En este contexto, habrá que esperar a ver si el 27 realmente se inicia una nueva etapa del teatro más importante de la Ciudad o si continúa su debacle.
