A través de la publicación en el Boletín Oficial de la Ciudad, la ministra de Educación Soledad Acuña dio de baja la licitación del nuevo edificio de la Escuela de Danzas -ubicada en la Av. Lope de Vega y la calle Murature- el cual tiene una Sentencia Favorable por la justicia porteña y que debió estar finalizado desde hace una década.
Escribe: Perla Natalia Castillo
Mientras la comunidad educativa está siendo amenazada con el comienzo de las clases presenciales en medio de la pandemia y sin un plan sanitario, el GCBA aprovecha el contexto para seguir desfinanciando a la educación y dejar al desamparo a las comunidades.
En el caso del ESEA Jorge Donn, hace años que las familias viven luchando por mejoras edilicias que hacen a la integridad de sus hijxs, y aún después de recurrir a la justicia con sentencia favorable no pueden conseguir la paz que están buscando.
Quienes intervienen y participan en la vida de las cooperadoras de las escuelas, lo primero que deben enfrentar es a la corrupción que enmascara todo lo concerniente a la inversión para el mantenimiento de los edificios y el funcionamiento para el buen vivir de sus comunidades dentro de ellos.
En el boletín donde sale publicada la suspensión de la obra de la Escuela de Danzas Jorge Donn no hay planes a futuro, sólo la propuesta de un eterno presente de una escuela en malas condiciones y con el sabor amargo de saber que hay luchas ganadas que poco importan al GCBA, menos el derecho de lxs estudiantes de asistir a una escuela que preserve su vida.
Imagen. Boletín Oficial del 29 de enero de 2021, donde el gobierno porteño resuelve dar de baja la licitación del nuevo edificio.
Como siempre, las justificaciones están a la orden del día, y tal es así, que hasta quedan plasmadas cuestiones lógicas como lo es la crisis sanitaria, pero a esa justificación le siguen otras que van haciendo el camino para llevar a destino y como respuesta final dejar sin efecto la construcción de una escuela por la cual tres familias de la comunidad vienen luchando desde hace años.
En noviembre de 2020, el gobierno dio de baja otra licitación para realizar arreglos en la instalación eléctrica el Comercial 33, otra escuela de la Comuna 10 postergada desde hace años (Ver más)
Para poder analizar la situación de esta escuelas de nuestra Comuna, Nadie nos invitó estuvo dialogando con Sandra L., que es mamá de la Donn y fue una de las amparantes por sus hijas y de todxs lxs hijxs de quienes deseen ir a esa escuela, para que puedan contar con una institución que preserve sus vidas, porque sin edificios dignos tampoco puede haber educación.
Nadie nos invitó: Contanos brevemente cuál era la situación en la que se encontraba la escuela y cómo se fueron dando los hechos.
Sandra L: La escuela de danza figuraba terminada en la página del Gobierno de la Ciudad en el 2008, de eso nos dimos cuenta cuando comenzamos a investigar. En ese momento me dije, o hago algo o saco a mi hija de la escuela.
Éramos papás que estábamos en cooperadora y la escuela estaba inundada en el subsuelo, justo habían terminado de hacer una obra eléctrica y los ventiladores chocaban con los tubos de luz y había eses de rata en las aulas donde las chicas bailaban y se tiraban al suelo. También siempre hay pulgas.
Fue ahí cuando pensamos que teníamos que hacer algo y comenzamos a investigar. En ese entonces nos despachamos con esto, que figuraba como terminada la escuela. Por aquel momento eran 22 millones de pesos.
En base a esto comenzamos a movilizar y fuimos a un montón de lugares, entre ellos a la Defensoría del Pueblo.
En primera instancia la Defensoría se acerca a la escuela y confecciona un informe, el cual luego se adjuntó al amparo, pero nos dijeron que hasta ahí podían llegar y nos aconsejaron acercarnos a otras oficinas cercanas a la Defensoría, no entendimos bien a dónde íbamos.
No me voy a olvidar nunca, estábamos en noviembre, hacía un calor terrible y había otra mamá que nos super ayudó investigando, Florencia, con una panza de 8 meses de embarazo y cuando llegamos nos miraron desde arriba de una escalera como diciendo ¿estos quiénes son?, se ve que no teníamos un aspecto muy bueno. Estábamos muy mal.
Les entregamos los papeles que teníamos, los leyeron y recién nos hicieron subir. Nos recibieron muy bien y nos aconsejaron acercarnos a la Defensoría en lo Contencioso y Administrativo, y es ahí donde comienza todo.
Eso fue una vorágine, porque era increíble que los padres tuviésemos que hacer algo así.
Primero no fue el amparo, sino que hubo mesas de trabajo con el Gobierno de la Ciudad donde nos prometieron el oro y el Moro, como siempre prometen que van hacer y nunca hacen lo que dicen.
Así comenzó el periplo y como no cumplieron con nada de lo que se dijo en la mesa de trabajo se comienza con el amparo.
Imagen. Familias amparantes. «En agosto de 2019 la jueza Liberatori da sentencia favorable y tienen que construir un nuevo edificio».
NNI: ¿Cómo fue el proceso del amparo?
Sandra L.: Con el amparo comenzaron un montón de inspecciones de todo tipo y pudieron confirmar que todo en la Escuela Donn era aterrador, y concluye con un montón de arreglos en la escuela que se hicieron gracias a que tomamos la decisión de hacer el amparo.
Era un ir y venir de la justicia permanente, llegaban escritos, el director tenía que contestarlos y así se comenzaron hacer los arreglos.
En agosto de 2019 la jueza da sentencia favorable y tienen que construir un nuevo edificio.
Durante este proceso de amparo comienzan a construir el nuevo edificio pero previo a esto hicieron cuatro aulas para dejar tranquila a la comunidad, aulas que siempre prometieron y era lo único que iban a hacer.
Después vinieron una serie de licitaciones y la construcción quedó frenada, no por la pandemia, porque había quedado frenada antes. Según Larreta, con quien yo me reuní, dijo que hubo un problema con la empresa y por eso se había frenado la obra.
Ahora sale esta resolución en el boletín oficial donde dice que se dio de baja a la licitación, la cual no figura en ningún lado, ya que desde el Consejo Consultivo al cual pertenezco, estuvimos investigamos y no encontramos nada.
Imagen. Estado actual de la Escuela Jorge Donn. «La construcción quedó frenada, no por la pandemia, porque había quedado frenada antes. Según Larreta, con quien yo me reuní, dijo que hubo un problema con la empresa y por eso se había frenado la obra», asegura Sandra.
Como bien señala Sandra, la obra se encontraba detenida mucho antes de la pandemia, quienes pasamos en algún momento por la escuela, pudimos ver como eso ya estaba frenado desde mucho antes, aún sin saber toda esta trama que cuenta Sandra y que se ve en forma recortada dentro del boletín oficial.
También resulta curioso que después de haber determinado que la empresa Cunumi S.A. fuese la adjudicada para realizar la obra, no haya ninguna información publicada desde el GCBA donde esté plasmada la suspensión o revocación del trato con la misma.
Mientas que esperamos comenzar las clases el 17 de febrero, con todo el movimiento que implica poner en marcha a las comunidades educativas y el peligro que eso representa dado el contexto actual, esta situación nos confirma que el discurso de la importancia de lxs estudiantes en las escuelas es una puesta en escena porque las realidades edilicias no acompañan y desenmascaran el desinterés por la vida y la integridad de las personas.
Hablar de la importancia de lxs estudiantes dentro de las escuelas y dejar sin efecto la ejecución de una obra, retirando la partida presupuestaria para su concreción es una incoherencia que solo deja en evidencia no sólo el desinterés, sino también el maltrato hacia la comunidad educativa en su conjunto