La Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires presentó un proyecto para que se establezcan consultorías sobre sexualidad, violencia de género y discriminación en todas los colegios porteños
Entre los tratados internacionales a los que ha suscrito nuestro país, la Convención para la Eliminación de toda forma de Discriminación hacia la Mujer (CEDAW) en su artículo 10 establece que “los Estados Partes adoptarán todas las medidas apropiadas para eliminar la discriminación contra la mujer, a fin de asegurarle la igualdad de derechos con el hombre en la esfera de la educación y en particular para asegurar, en condiciones de igualdad entre hombres y mujeres”. En el inciso c, compromete a los Estados a:
“La eliminación de todo concepto estereotipado de los papeles masculino y femenino en todos los niveles y en todas las formas de enseñanza, mediante el estímulo de la educación mixta y de otros tipos de educación que contribuyan a lograr este objetivo y, en particular, mediante la modificación de los libros y programas escolares y la adaptación de los métodos de enseñanza”.
La Ley nacional 26.061 De Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes en su artículo 9, que trata sobre el derecho a la dignidad y la integridad personal, establece que “las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a la dignidad como sujetos de derechos y de personas en desarrollo; a no ser sometidos a trato violento, discriminatorio, vejatorio, humillante, intimidatorio; a no ser sometidos a ninguna forma de explotación económica, torturas, abusos o negligencias, explotación sexual, secuestros o tráfico para cualquier fin o en cualquier forma o condición cruel o degradante.
Las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a su integridad física, sexual, psíquica y moral”. En el mismo sentido se expresa la Ley local Nº 114 de Protección Integral de Los Derechos De Niños, Niñas y Adolescentes de La Ciudad De Buenos Aires.
A partir de la sanción de la Ley nacional 26.150 del año 2006, los y las docentes del país tienen la responsabilidad de enseñar educación sexual a nuestros niños, niñas y jóvenes.
Además, la Ley Nacional 26485 de Protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales y la Ley local 1688 de Prevención de la violencia familiar, hacen hincapié en la necesidad de prevención de las violencias de género contra las mujeres y niñas y de la violencia familiar y doméstica; ambos conceptos con los que se trabaja en educación sexual.
Los establecimientos educativos tanto públicos como privados son lugares donde niños, niñas y adolescentes transcurren gran parte de su desarrollo, de socialización y formación humana e intelectual.
La complejidad de los tiempos modernos, la profusa y constante llegada de múltiples mensajes a través de los medios de comunicación social y de la cultura dominante generan en los niños y niñas fuertes contradicciones. Las acciones formativas que desarrollan las familias de los niños y niñas son fundamentales, pero vemos que reiteradamente no alcanzan a compensar la influencia del medio externo en las conductas de los chicos y de las chicas.
El tema de la sexualidad, de la comprensión de la convivencia armoniosa y el respeto interpersonal entre varones y mujeres, así como el reconocimiento de la diversidad sexual son temáticas de vital importancia para la formación de los niños y su crecimiento con libertad y con una mirada mas abierta y libre de prejuicios y de violencias.
Por ello desde hace décadas se ha bregado por la incorporación de estos contenidos en las currículas escolares, dando lugar a enormes debates acerca de la responsabilidad del Estado de la familia y del conjunto de la sociedad en la formación de la infancia y la adolescencia.
Transcurridos casi diez años desde la sanción de la ley 2110 de Educación Sexual Integral en la Ciudad de Buenos Aires, vemos que en los establecimientos educativos se realizan acciones aisladas que tienen que ver con la energía de los propios docentes y de sus conducciones pedagógicas para incorporar en los Proyectos Institucionales cada año escolar. Esfuerzos valiosos pero con escasos recursos y muy poco respaldo profesional y académico.
Desde la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires consideran que la incorporación de la educación sexual integral y la perspectiva de genero son contenidos y estrategias indispensables para el cuidado de la salud de niños niñas y adolescentes, así como para prevenir situaciones de violencia impulsando el respeto mutuo en las relaciones interpersonales y la eliminación de los estereotipos que discriminan y segregan.
Son sin duda los y las docentes quienes tienen en sus manos esta enorme responsabilidad y tarea. Pero se encuentran en situaciones complejas, sin la posibilidad de contar con especialistas que puedan brindarles en la propia escuela herramientas adecuadas para afrontar las preguntas los interrogantes y los conflictos que plantean los chicos y sus familias.
Es por ello que proponen incorporar en cada establecimiento educativo del nivel primario y secundario en todas las modalidades, asesores y asesoras especializados en educación sexual y genero a fin de que brinden capacitación y respuestas a las inquietudes e interrogantes de la comunidad educativa.
La Asociación Argentina de Educadoras/es Sexuales, AAES con larga trayectoria en la materia, interviene en escuelas primarias y secundarias desde el año 1993 implementando talleres de “Educación Sexual”.