El club que cumple una labor social muy importante, alejando a los chicos de la calle e introduciéndolos en el deporte con valores solidarios, ahora necesita de nuestra ayuda. Si para octubre no consiguen un predio propio, corre riesgo su continuidad. Por eso lanzaron la campaña #UnpredioparaelFloresta
Hace más de una década, allá por 2005, en plena crisis institucional cristalizada en el “que se vayan todos”, un grupo de deportistas del barrio decidió ponerle el cuerpo a esa difícil situación económica y social que se vivía y aportar su granito de arena. Ese granito, que fue el Floresta Rugby Club, pronto se transformó en un arenero. La propuesta era sencilla y muy necesaria: alejar a los chicos de la calle e introducirlos y educarlos en el deporte, enseñándole sus valores.
“El club lo armamos desde la conciencia, a pulmón, y tratamos de darle la bienvenida a todos los chicos”, comenta a Nadie Nos invitó Emiliano Lucci, capitán del plantel superior y ex entrenador de las categorías infantiles. Ahí, dice Emiliano, lo más importante es el respeto por el rival. “El rival es un rival circunstancial, por eso hay que respetarlo y cuidarlo, más que nada por ser un deporte de mucho contacto físico. Siempre hay que tener cuidado de no lastimar a nadie.
Por eso cuando termina el partido todos se saludan y comen un tercer tiempo todos juntos, mezclados”. A su vez, en los más chicos nunca se fomenta a competencia, ni el resultado. “Buscamos la inclusión de chicos que no tiene inclusión”, sintetiza Emiliano.
En su página web, el Floresta explicita claramente sus objetivos. En ese sentido, su misión es “abrir oportunidades para que todos los chicos del barrio, la Ciudad de Buenos Aires y sus alrededores, puedan acceder a la práctica del rugby, sin distinción de clase social o de condición económica. Y plantear la enseñanza de este deporte como un medio para que el niño se acerque a divertirse e insertarse en un grupo social básico contenedor y no como mera competencia”.
A su vez, la visión es “ser una institución comprometida con su comunidad, nutriéndose a la vez de ella para ser socialmente responsable y deportivamente competitiva”.
Este es un Proyecto organizado por un grupo de jóvenes profesionales que practican este hermoso deporte, y que pretenden que los niños y adolescentes participen de esta disciplina deportiva, disfrutando de distintas actividades que van a ir incorporando con su práctica. Floresta Rugby Club constituye un Calendario de Actividades en el año donde se practica y juega de Local y Visitante en otros Clubes.
A su vez sus valores, claramente, son la Solidaridad, el compañerismo y el trabajo en equipo.
Esa labor esencial, que cumplen desde 2005, los tuvo girando en varias sedes. Primero fue en la plaza Monte Castro, cuando aún lo utilizaba All Boys para entrenar a las inferiores. Luego, a medida que fueron creciendo en cantidad de integrantes, fueron trasladándose a distintos predios del barrio, hasta llegar, el año pasado al parque Avellaneda. Ahí les ceden el lugar, cerca de donde se encuentran las canchas de fútbol.
El problema es que, al ser un club que compite en las categorías oficiales, las autoridades les están exigiendo un predio propio. Por ello, el club, que tanto le dio al barrio, ahora pide una mano. Un predio para el Floresta es el hashtag que están difundiendo como parte de la campaña.
Ojalá la solidaridad de los vecinos, la misma que tuvieron ellos en 2005, vuelva darnos una alegría.