La escuela Jorge Donn se niega a bailar entre goteras y boquetes

La escuela Jorge Donn se niega a bailar entre goteras y boquetes

abril 13, 2017

Las diputadas Lorena Pokoik y Paula Penacca presentaron un pedido de informes al ejecutivo para conocer los trabajos de mantenimiento edilicio que se realizaron en los últimos 5 años en la escuela de danzas Nº 2. Docentes y alumnos denuncian paredes de durlock sin la acústica adecuada, pisos rotos y cables de electricidad al descubierto.

De aprobarse el proyecto, el poder ejecutivo deberá informar en un plazo de 30 días los montos invertidos en Mantenimiento Escolar durante los últimos cinco años y cuál fue el destino de esos fondos. El pedido elevado por las legisladoras del Frente para la Victoria se produce luego de las reiteradas protestas que encabezaron docentes y alumnos de la escuela a raíz del pésimo estado en el que cursan, agravado por el robo de material didáctico como equipos de audio, consolas y micrófonos que sufrieron a comienzos de año.

Por ello, la presentación solicita conocer, entre otros ítems, si se resolvieron los problemas de goteras que existen en el establecimiento; si se realizaron cambios y mejoras en la instalación eléctrica; si existieron planes de arreglos de los pisos del edificio y cuál es el estado actual de los mismos y si la Escuela tiene asignada una empresa encargada de mantener en buen estado el establecimiento.

40 años en busca de un edificio propio
La escuela de “Danzas Jorge Donn” fue creada el 8 de Julio de 1974, inicialmente como Magisterio en Danza Clásica, y desde entonces estuvo signada por la trashumancia. Su primera sede quedaba en Bacacay entre Concordia y Emilio Lamarca, donde de día funcionaba una escuela primaria estatal y en el turno vespertino la escuela de danza. Luego, de 1981 a 1988 funcionó en Cucha Cucha 983, y ahí se inició el Bachillerato. Y finalmente en 1988 la escuela se mudó a Villa Luro, ocupando el predio de lo que en su momento fue una importante fábrica de Aurora Grundig, ubicada en Magariños Cervantes 5068.

Desde entonces, la Escuela crece en matrícula y en calidad educativa pero este crecimiento, advierte la comunidad educativa, no fue acompañado de una inversión acorde. Según refiere el proyecto presentado, existió un reacondicionamiento de los pisos y de la estructura para transformar la vieja fábrica en una escuela de enseñanza media, pero ese trabajo nunca fue finalizado.
“Desde el año 2007 –advierte el proyecto- existen agujeros que no se han reparado y en esas condiciones se dictan clases. En el año 2008, se colocó una membrana sobre el techo que no tuvo mantenimiento y cuando llueve se ponen tachos porque las aulas son un charco”.
Esta situación se vio agravada en 2014 debido al trabajo realizado por la empresa Warleck, ganadora de la licitación realizada para cambiar la instalación eléctrica, quien dejó cables al descubierto, enchufes que no poseen electricidad, tubos que nunca encendieron, ventiladores en las aulas que rozan el techo y algunos que no funcionan.
Para empeorar el panorama, en Febrero de este año la escuela sufrió el robo de equipos de audio, consolas y micrófonos. Los ladrones ingresaron realizando boquetes en las paredes de durlock que tiene el establecimiento, que ya venían siendo denunciadas por no generar el aislamiento acústico que se necesita para desarrollar la actividad educativa. Hasta el momento ni el material didáctico fue repuesto ni las paredes fueron arregladas.

Por todo ello la comunidad educativa exige desde hace muchos años la adjudicación de un edificio propio. Habrá que ver si a partir de los reclamos y abanicazos, como el realizado el 10 de marzo, sumado a este pedido de informes, las demandas son escuchadas.