El domingo 20 de agosto falleció por Covid-19, Patricia Taha, auxiliar de la ESEA en Danza 2 D.E. 18 “Jorge Donn” y “Fernando Arraz”, ubicadas en la calle Alejandro Magariños Cervantes y Av. Lope de Vega, en la Comuna 10, y para recordarla el martes 31 se realizó un abrazo a la escuela para homenajear y despedir a esta querida trabajadora.
Escribe: Perla Natalia Castillo
Desde el comienzo del ciclo lectivo ya van más de 35 muertes evitables de trabajadorxs de la educación por Covid. Mientras el Gobierno de la Ciudad habla de protocolos, distanciamientos, ventilación cruzada y presencialidad cuidada dentro de las escuelas, lo que parece seguro en lo discursivo en el plano real parece no tener consonancia.
Este fin de semana, la pandemia se cobró una nueva vida, esta vez la de Patricia Taha de 56 años, auxiliar de la escuela de Danza “Jorge Donn” y la escuela “Fernando Arranz”, ya que desempeñaba tareas en ambas instituciones, las cuales cohabitan en un mismo edificio.
Hoy la comunidad de ambas escuelas se encuentra conmovida por la partida de Patricia y en el acto homenaje por su partida, en la puerta de la escuela, se pudo sentir la tristeza y la bronca de todxs lxs presentes.
Estudiantes, familias, directivxs, docentes y representantes de UTE se hicieron presentes a la 14 horas para abrazar y abrazarse ante la repentina perdida de Patricia, la cual era querida y valorada por quienes tuvieron la suerte de conocerla.
“Es duro vernos acá sin Patricia, me quedo con el recuerdo de su voz tan detonante y tan estridente en la entrada, que nos hacía temblar en todos los aspectos, porque ordenaba, filtraba y atendía. La quiero recordar así, y creo que a todos nos corresponde recordarla desde ese lugar y no tristes, más allá de la congoja que tenemos en este momento”, esas fueron las sentidas palabras de la Directora de la ESEA en Danza N°2 “Jorge Donn”, Cinthia Pintado.
Desde Nadie nos invitó, también estuvimos en diálogo con Temis Saccomanno, Secretario de Educación Artística de UTE, quien declaró: “nos convocamos aquí para transitar este desenlace tan doloroso y además para exigir varias cuestiones que tienen que ver con el cuidado, el distanciamiento y la vacunación. Necesitamos que la vacunación abarque a toda la población adolescente”.
A medida que las muertes aumentan la presencialidad plena ya es un hecho y parece que nada ni nadie puede frenarla, en el caso de la muerte de Patricia quedó claro, ya que después del abrazo todxs tuvieron que volver a las clases y a sus actividades dentro de la escuela.
“Patricia tenía una sola dosis de la vacuna y era paciente de riesgo, y medicina laboral no aceptó su necesidad y volvió a sus tareas en la escuela y eso puso en jaque su integridad. Si bien transitó y salió del Covid, las afecciones cardíacas que ella ya traía hicieron justamente que llegáramos a esto».
«Esto era evitable, hay un empecinamiento muy fuerte en desarrollar esta presencialidad a toda costa, hay un negacionismo muy marcado. Es como un ADN que los caracteriza de este modo, mencionando cierta evidencia que no se puede constatar porque no muestran los datos y no los tienen. Aun así con esa soberbia se manejan, porque tienen a los medios hegemónicos de su lado y eso está a la vista”, concluyó Temis Saccomanno.
