Tras el fallecimiento del papa Francisco, la escuela Hipólito Yrigoyen, donde Jorge Bergoglio se recibió de técnico químico en 1955, publicó un emotivo mensaje en el que recordó su paso por la institución. En la nota, la palabra de sus compañeros y el rol de José Bergoglio, el padre de Jorge, en la organización de la Asociación Cooperadora del colegio.
La partida del papa Francisco generó enormes muestras de tristeza y agradecimiento. De todas ellas, una muy especial provino de la Comuna 10, más específicamente, de la escuela técnica N° 27 Hipólito Yrigoyen, ubicada en Virgilio 1980 (Monte Castro), lugar donde un joven Jorge Bergoglio cursó sus estudios secundarios y se recibió de técnico químico en 1955.
“En el día de la fecha, Francisco ha pasado a la inmortalidad. Además de haber sido el primer Papa argentino y latinoamericano, y el primero no europeo en ochocientos años, fue alumno de nuestra institución.
Aunque la Escuela Técnica N° 27 sea laica, no deja de admirar el esfuerzo de nuestro compatriota por la paz mundial, el cuidado del medioambiente y el diálogo intercultural.
Lamentamos la partida de nuestro ex alumno Jorge Bergoglio que se convirtió a su vez en uno de los argentinos más influyentes de la historia. Nuestras condolencias a familiares y amigos. Q.E.P.D.», reza el mensaje del colegio, compartido por redes sociales

Imagen. Placa en reconocimiento que se colocó en 2014
Su pasó por la escuela
En una entrevista con el diario Perfil, Francisco recordó su formación: «Toda mi educación se la debo a Argentina, a la escuela pública argentina, a la sociedad argentina», afirmó en aquel momento.
«Estoy muy agradecido a Buenos Aires, a la Argentina. Es mi patria. Yo soy argentino, educado por el pueblo argentino», aseguró.
En su promoción del secundario había 60 alumnos, divididos en dos cursos de 30. Allí fue donde formó su verdadero grupo de amigos, los cuales conservó hasta su muerte, aunque algunos ya no están. Los que estaban vivos, luego de 2013, año que alcanzó su papado, hicieron un pacto: no hablar de su amigo con la prensa. Sin embargo, en una grabación realizada hace algunos años, dejaron su testimonio sobre “Jorge”.
Oscar Crespo, uno de los amigos que se fue a vivir a Córdoba, narró allí cómo la vocación de Bergoglio comenzó a manifestarse con claridad desde su adolescencia. “En segundo año teníamos Religión como materia. Aquel día, el profesor, de apellido Zambrano, entró al aula y, después de saludarnos, preguntó si podían ponerse de pie quienes aún no habían tomado la Comunión. De los 30 que estábamos, solo dos nos levantamos. El profesor, sorprendido, exclamó: ‘¡Caramba, cómo a esta edad no tomaron la Comunión! ¿Pero sí están bautizados?’ Y enseguida agregó: ‘Esto tiene solución: acá el compañero Bergoglio les ofrece, si ustedes lo aceptan, encontrarse con él el domingo en la iglesia de San José de Flores, donde los va a apadrinar para que tomen la comunión. Y como cierre, los va a invitar a su casa con un pequeño lunch’. Esto ocurrió cuando él tenía 14 años”.

La Historia del colegio y el aporte de los Bergoglio
Corría la década del 40, la segunda guerra mundial y el deterioro de las relaciones comerciales impusieron la necesidad de industrializarse, y en ese contexto se decreta la creación de una Escuela Técnica de Oficios Industrias de la Alimentación.
La Dirección General de Enseñanza Técnica nombró para este emprendimiento al doctor Ernesto Longobardi y secundándolo a Edmundo Fierro como secretario interino.
En 1948 se adopta una casa taller en el barrio de Floresta ubicada en la calle Goya 351 y que hace de sede de la nueva escuela de oficios.
El esfuerzo de los primeros docentes y administrativos fue acompañado por la Asociación Cooperadora que se organizó en 1950 presidida por José Bergoglio, padre del actual Papa, Francisco, quien además es egresado de este establecimiento.
En 1952 la escuela adoptó la especialidad de “Industrias Químicas”, y se llamó Escuela Industrial Nº 12.
El crecimiento de la matrícula provocó que el edificio quedara chico, por ese motivo se adjudica el predio de la calle Baigorria entre Virgilio y Moliere, ubicado en una zona -desierta hasta entonces-, del barrio de Villa Real.
En el año 1964, el Consejo Nacional de Educación Técnica de reciente creación, apoyó la construcción de un nuevo edificio en dicho predio que dio origen al nuevo establecimiento que se llamó “Hipólito Yrigoyen”, y desde 1965 se identificó como E.N.E.T Nº 27 ( ahora E.T.Nº 27 ). Después de 25 años de nacido el proyecto de la mano del doctor Longobardi, en 1974 se inaugura el nuevo edificio y que actualmente sigue cobijando a la escuela.