En la Ciudad del 2×4, bailar tango es una odisea

En la Ciudad del 2×4, bailar tango es una odisea

agosto 3, 2015

En los últimos meses se clausuraron varias de las famosas milongas porteñas, entre ellas, míticas como La Catedral en el Club Sin Rumbo; la del Club Sunderland; La Baldosa, en el Pial, Flores; en el Club Atlético Fernández Fierro, en el Abasto; El Nuevo Arranque, en El Nuevo Salón La Argentina, en el barrio de San Nicolás, cerrada hace tres meses y el Salón Canning, barrio de Palermo.

 

 

Los cierres en la Ciudad de Buenos Aires comenzaron con los Centros Culturales, hasta ese momento no amparados por ninguna Ley, luego vino su promulgación pero siguieron las clausuras.El caso de las milongas, es un caso paradójico ya que en el Código de Planeamiento Urbano está incorporado el Uso «Salón Milonga», a través de la Ley 2323, del año 2007, por lo tanto, resulta contradictorio que se vulnere una ley y la constitución.

 

Según ese estatuto, se entiende por Salón Milonga a “Todo establecimiento o dependencia específica de un establecimiento ubicado en la CABA cuya actividad preponderante se vincule con la producción, el consumo y la difusión de los géneros musicales tango, milonga y vals a través de la asistencia de espectadores y la participación de los mismos mediante el baile como así también de su enseñanza”.

 

“Los establecimientos en donde se realice la actividad milonga hasta 500 m2 podrán obtener la habilitación Salón Milonga con referencia P, acreditando ante la autoridad de aplicación una preexistencia anterior al 31 de diciembre de 2005 bajo algunos de los rubros compatibles del agrupamiento Cultura, Culto y Esparcimiento”, se aclara en el Artículo 4°.

 

Gabriel Fucks, legislador por el Frente Para la Victoria sostiene que “nadie se opone a la fiscalización”, y manifiesta: “mientras siguen habiendo talleres clandestinos donde lamentamos la muerte de dos niños en Flores, hace dos meses atrás; donde a su vez existen prostíbulos donde desde la Procuración General de La Nación junto al Programa de Rescate y Acompañamiento ha rescatado mujeres y niñas en condiciones de trata de personas en esta Ciudad, se debería hacer foco en otros espacios”.

 

La Asociación de Organizadores de Milongas (AOM) informó que los espacios milongueros tienen varias problemáticas como la falta de articulación de las direcciones competentes para la emisión de habilitaciones y permisos. La emisión del Permiso habilitante tarda unos 6 meses, aunque su vigencia sea anual.

Además, consideran que existe una errónea interpretación de las normas vigentes aplicables a las Milongas por parte de los funcionarios públicos, quienes tienen la potestad de proceder a las clausuras, cuando deberían estar capacitados especialmente en los temas de su competencia.

 

Entre las consecuencias que genera la medida se encuentra la inutilización del espacio milonguero y del club entero con sus actividades, lo que “vulnera los derechos de niños, niñas y adolescentes entre otros grupos, amparados por la Ley 114 de la Ciudad”. Además, la Ley 130 promulgada el 14/1/1999 en su artículo 1º dice «La Ciudad reconoce al Tango como parte integrante de su patrimonio cultural”.

 

Por lo tanto, “garantiza su preservación, recuperación y difusión; promueve, fomenta y facilita el desarrollo de toda actividad artística, cultural, académica, educativa, urbanística y de otra naturaleza relacionada con el tango». El tango es, no solo una marca de la Ciudad, sino el alma, la tradición pero por sobre todo la comunicación de personas con ganas de bailar, inclusoha traspasado nuestras fronteras, siendo declarado ante la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad.