La batalla cultural a través del arte | Entrevista con la escultora de Floresta María Claudia Martínez

La batalla cultural a través del arte | Entrevista con la escultora de Floresta María Claudia Martínez

junio 27, 2021

 

 

 

 

Escribe: Perla Natalia Castillo

 

 

El sábado 19 de junio se llevó adelante una jornada artístistica para homenajear a los trabajadores desaparecidos del Corralón de Floresta, Mauricio Silva, Julio Goitia y Néstor Sammartino. La actividad, impulsada por la Asamblea de Floresta, contó con la participación de artistas populares que dejaron plasmado su arte en este espacio emblemático de la Comuna 10.

 

 

La jornada convocó a una muraleada colectiva junto a Fileteadores del Conurbano, y en el mismo evento se descubrió la obra escultórica de María Claudia Martínez. Con una sensibilidad exquisita, la artista le dio vida a esta obra que retrata a los trabajadores detenidos y desaparecidos en la última dictadura cívico, eclesiástica, militar en nuestro país.

 

 

Imagen. Homenaje a Mauricio Silva, Julio Goitia y Néstor Sammartino, trabajadores desaparecidos del Corralón de Floresta.

 

 

Nadie nos Invitó estuvo junto a la artista popular de la Comuna 10 María Claudia Martínez, también conocida como “Cocamora Zurduy”, para conocer un poco sobre su obra, el proceso creador de estos retratos escultóricos realizados en chapas que parecen tener vida.

 

 

NNI: Qué significa para vos este homenaje a los desaparecidos del Corralón de Floresta y cómo fue que surgió la idea?

 

Claudia Martínez: Este homenaje a los desaparecidos de Floresta para mí significa la posibilidad de realizar una expresión artística que aporta a la batalla cultural, teniendo en cuenta que estos compañeros detenidos y desaparecidos han sido borrados de la historia, para que no sea en vano este borramiento; para que podamos tomar su legado y podamos recordar siempre por qué lucharon, lo que lograron y que dejaron su vida por hacerlo, todo esto es lo que me motivó.

 

La idea surge de un compañero de estos detenidos desaparecidos, Miguel Janson, un compañero que trabajó en el Corralón de Floresta y militó con los compañeros desaparecidos en los 70´, en la Capuano Martínez, que era la unidad básica que los nucleaba en el barrio. Fue él quien expresó su deseo que hubiera una silueta de chapa o en hierro para estos compañeros.

 

Había unas siluetas dibujadas en el Corralón, apenas esbozadas, tenían el nombre de los compañeros detenidos y desaparecidos. Gracias a esas siluetas fue que se acercó Cristian Sammartino, que es hijos de uno de los desaparecidos, y que se acercó porque vio el nombre de su padre, que estaba mal escrito.

 

Esto motivó a que Miguel Janson quisiera recuperar este hecho como un hecho importante de comunicación a la sociedad para que se conozca lo que pasó en el Corralón.

 

Sí estas siluetas atrajeron a familiares y también a otros trabajadores que habían estado en el corralón, eso quiere decir que la expresión artística tiene un valor de comunicación y un valor testimonial muy importante.

 

 

 

Imagen. Monumento a los pibes fusilados de Floresta (2001)

 

 

 

NNI: Sabiendo que tenés otras obras que tocan la temática de la memoria en el barrio, ¿Qué rol crees que ocupa el arte en la sociedad?

 

MCM: El arte, para mí, ocupa el rol fundamental de ser vocero de la sociedad a la cual pertenece. Es muy importante que el artista decodifique o exprese las emociones populares, que exprese todo aquello que el pueblo no puede decir y que el artista sí tiene que poder decirlo, porque sí está atento a esas necesidades, a esas emociones y al movimiento de la historia, debe ser un intérprete de esa sociedad. Pero esto no ocurre normalmente.

 

Lamentablemente, en nuestro país siempre la cultura y el arte lo han manejado los sectores conservadores del poder, que todavía lo están ejerciendo, porque todavía no hemos saldado esta lucha, no hemos saldado esta pelea, por eso la batalla es cultural. Pienso que los artistas tenemos un rol muy importante de poder expresar lo que pasa en nuestro pueblo.

 

 

 

Imagen. Serie escultórica «Mujeres de Floresta»

 

 

 

NNI: ¿Cuál es el vínculo de tu producción artística con lo territorial, con tu anclaje en el barrio de Floresta?

 

MCM: Mi anclaje en el barrio creo que lo fui encontrando desde que hice el monumento por los pibes fusilados de Floresta. Porque si bien yo estaba comprometida con los temas sociales, cuando participo junto con el equipo artístico, con el que hicimos la obra, donde participé en el concurso que organizó la Asamblea de floresta, me conmovió que una organización política y popular tomara en sus manos la convocatoria para hacer una obra de arte pública en reivindicación a un hecho aberrante como fue la masacre de Floresta.

Todo este hecho cultural que se generó, realmente desembocó en un hecho político como debe ser todo arte y como debe ser todo hecho social.

En el 2003 vivía en la comuna 11  y luego del emplazamiento decido mudarme a Floresta, porque después de tanto tiempo de hacer obras y  porque seguí participando de la Asamblea de Floresta me sentí muy ligada a este barrio.

Todo esto me llevó a querer vivir en el territorio, a querer a este barrio, a comprometerme cada vez más y a estar un poco atenta a lo que estaba pasando, a toda la movida política y cultural que hubo y hay en la Comuna 10.

 

 

Imagen. María Claudia Martínez junto al maestro Antonio Pujía.

 

 

 

NNI: ¿Tenés otras obras pensadas para el futuro?

CM: Siento que los relieves en chapa que hice con los retratos de los desaparecidos del Corralón de Floresta, es una obra muy jugada y muy comprometida de mi parte, porque realicé retratos por la gran necesidad de plasmar a estas personas que quisieron ser borradas de la historia, por eso, con más razón quise echar mano a mi destreza en el retrato para hacerlos más presentes todavía.

Este trabajo que lo realice con mucho detenimiento, con mucho amor y mucha dedicación, me llevó a encontrar claves artísticas que las tenía pero que estaban como esperándome. Siento que esta dedicación y este esmero que puse en esta obra, hace que quiera seguir en esta línea de retratos, y de ser cada vez más veraz en esos retratos para hacer presente a personas.

En el futuro quisiera hacer a  Federico García Lorca, poeta que me atraviesa desde mi infancia, que es un desaparecido más del arte y de la política.

Conmovida por el hecho de la muerte de Horacio González, también me gustaría retratarlo a él, porque fue un compañero de los detenidos desaparecidos del Corralón de Floresta y también militó en la misma unidad básica.

Horacio González fue el ideólogo de tantas actividades, como lo siguió siendo para nosotros en el país como un pensador y  como hombre lúcido que nos marco el rumbo para pensarnos y repensarnos como argentinos y desde ahí poder crecer.

Con esa manera tan particular que tenía Horacio González de pensar a la Argentina, de pensar a Latinoamérica y a nuestro país que quiere salir del lugar de dependencia y que está en búsqueda de sus raíces y su emancipación.

Además tengo varias obras esperando salir al espacio público, porque trabajo con un grupo de artistas que estamos dedicados al arte público, porque nos interesa el arte en las calles.

El grupo se llama Colectivo Artísticos Tramantes y tenemos un par de obras esperando salir de la gatera para salir al mundo, especialmente esas obras escultóricas que están en versión maqueta, por ahora, y que representan a los símbolos patrios como el sol nativo de la bandera y que se representaran en volumen. Es algo que estoy  gestionando para sacarlo al mundo en un futuro próximo no muy lejano.