Un estudio midió la temperatura promedio del suelo y revela que las principales islas de calor en la en la Ciudad de Buenos Aires se encuentran en las Comunas 7 y 10. El Polo textil de la calle Avellaneda, y la zona de Juan B Justo y Bahía Blanca, con temperaturas superiores a 45 grados. En la nota, el mapa para conocer la temperatura de tu cuadra.
Un estudio que midió la temperatura del suelo durante todo 2022 revela que la zona de Rivadavia y San Pedrito es una de las esquinas más calurosas de Buenos Aires. Esa esquina, pero sobre todo las adyacencias de la barrera de Nazca y Yerbal son lo que se considera una isla de calor urbana, una zona donde la temperatura promedio es más alta que en el resto de la ciudad.
En el mapa de la Ciudad, las zonas rojas –que indican temperaturas de más de 42 grados– no abarcan sólo la zona de Nazca y Rivadavia y el Polo Textil de Av Avellaneda sino que se extienden a otras calles de la Comuna 10, principalmente sobre el eje de la avenida Juan B. Justo.
Imagen. Mapa de la temperatura del suelo. La escala representa el promedio anual de temperatura del suelo, medido durante el 2022. Los colores cálidos relevan valores de temperatura más altos y los colores fríos, valores más bajos
Floresta y Monte Castro, un horno
La esquina de Chivilcoy y Cesar Díaz, que marca una temperatura de 45.6°; la esquina de Joaquin V Gonzalez y Cervantes, con 46.5° y la esquina de Bahia Blanca y Remedios de Escalada, por nombrar solo algunas, forman parte de otra de las islas de calor que existen en la Ciudad, y que no se viven en la mayor parte de los barrios de CABA, sobre todo, en los de mayor poder adquisitivo.
De esta forma, mientras que en Juan B Justo y Joaquin V Gonzalez, la temperatura promedio es de 45.1°, en la zona de Av. del Libertador, la temperatura promedio baja a menos de 25°.
Las causas: mucho cemento, poco verde
Las islas de calor se suelen generar por una combinación de mucho cemento y poca vegetación, aseguran los expertos. Junto con el cemento, los edificios que bloquean el viento, la ausencia de espejos de agua, los escapes de los equipos de refrigeración y los vehículos son grandes generadores de calor.
En la Comuna 10, esto se constata fácilmente.
La comuna 10 tiene entre 1,4 y 1,6 m2 de espacio verde por habitante, lo que la ubica en el podio de las Comunas peor rankeadas, sólo superada por la Comuna 5 y la Comuna 3.
Para peor, gran parte de esos metros cuadrados contabilizados como espacio verde corresponde a espacios públicos plagados de cemento y, en otros casos, son canteros, bulevares o macetas que no reúnen los requisitos para ser considerados espacio verde público.
La situación se repite en cuanto al arbolado. Según el último censo, la Comuna 10 está entre las tres con menos árboles de la Ciudad
Imagen. El Veredón denominado Paseo del Colectivo, en Olivera y Rivadavia, es contabilizado como 640m2 de espacio verde por el Gobierno de la Ciudad
En este contexto, les habitantes de la Comuna 10 vienen solicitando que se amplíen los espacios verdes reales de la Comuna, teniendo en cuenta que hay terrenos propiedad del gobierno de la Ciudad, como el ex preventorio Rocca en Monte Castro, que desde hace 5 años se encuentra vacío y donde se han presentado proyectos para que se transforme en un Polo Educativo y un espacio verde público.
Imagen. Ex Instituto Rocca, en Segurola al 1600. Un gran pulmón verde que los vecinos piden que sea Parque Público.
Las consecuencias: golpes de calor y cortes de energía
Las islas de calor son críticas porque tienen impactos en la salud pública y en el consumo de energía, entre otros problemas.
De esto, también saben mucho las vecinas y vecinos de la Comuna 10. La falta de electricidad, casi con seguridad, fue una de las protagonistas del verano 2023 en la Comuna 10. Zonas de Villa Real y de Monte Castro pasaron uno de cada tres días sin electricidad, y los cortes continuaron durante el año.
Imagen. Postales de los cortes de luz de 2023. En la foto, Supermercado Día, ubicado en Jonte y Calderón de la Barca.
Como plantea la nota del diario La Nación, de donde extrajimos la información, «Las olas de calor parecen inevitables ante el cambio climático global. Para las islas de calor, en cambio, la solución es simple: vegetación y agua, en ese orden. Claro que sumar estos dos elementos en zonas muy edificadas es costoso y requiere voluntad política».
Si querés averiguar la temperatura de las esquinas de la Ciudad, hacé click aquí
Escribe: Alejandro Volkind
Cómo se obtuvieron las mediciones de temperatura. El mapa de islas de calor urbanas fue confeccionado en base a los datos del Urban Reporting based on Satellite Analysis (URSA), una herramienta abierta desarrollada por el Lab Ciudades del BID y el Centro para el Futuro de las Ciudades del Tecnológico de Monterrey. Además, contó con el asesoramiento técnico del científico de datos urbanos, Antonio Vázquez Brust.